(foto tomada por el autor)
Comida insana
Las furgonetas blancas, sin letreros de identificación, aparecen en las madrugadas. Son blancas y mudas y van llenas de cajas con platos pre-congelados o refrigerados.
Sin ruido, sus conductores descargan unas cajas de cartón que sueltan humo de hielo. Tampoco llevan letras. El propio conductor entra las cajas a los bares y restaurante de mi calle y sigue su ruta.
Eso que va dentro de los paquetes de cartón es lo que nos sirven de comer en buena parte de los bares y restaurantes de mi barrio, fundamentalmente en lo que se llaman “menús del día”.
Los menús que comen gran parte de las personas que trabajan en mi barrio son caros, a base de platos refrigerados o pre-congelados, y de poca calidad. Además son insanos y sospechosos de tener sobrepasadas sus fechas de caducidad.